lunes, 21 de abril de 2008

Intenciones


La luz del comedor estaba encendida, las cortinas echadas. Había un alma que gozaba de paz y se distendía en una plácida lectura.
¡¡¡Ringggg!!! ¡¡¡Ringggg!!!
Ana se sobresaltó, sobre todo porque no estaba acostumbrada al chillido del teléfono de sus hermanos.
-Hola, ¿Ministerio de Desarrollo?
-No. Equivocado. Casa de familia
-Ah, disculpe.
-De nada –resopla la muchacha.

Ana intentó retomar su lectura, pero un segundo llamado le sobresaltó justo en el instante en que se dejaba caer sobre el sillón.
-Hola –contesta Ana.
-…
-Hola –y alza la voz- ¡Hola!
-¿Con quién hablo?
-¿Con quién quiere hablar usted?
-Con el Ministerio de Desarrollo
-Señora –explica pacientemente- es casa de familia. Se ha equivocado de nuevo
-¿Hablo con el 403 03 02?
-Sí, pero aquí vivo yo –mintió Ana-.
-Pero…
-Creo que es un número parecido el que busca usted.
-Gracias.
-De nada.

La estudiante se sentó nuevamente, sólo que algo irritada porque ya había perdido tiempo valioso. Pero cuando quiso acordar…
¡¡Ringgg!!
Ana descolgó enseguida.
-Hola. ¿Ahí mandan enfermeros a domicilio? Porque necesito alguien que venga a medirle la presión a mi padre, que no puede caminar, y la mutualista está de paro.
Ana reflexionó un momento: ¿Acaso el Ministerio de Desarrollo se encargaba de esas actividades?
-Disculpe…¿Con quién desea hablar?
-¿Farmacia Tundisi?
-No, señor, es casa de familia. El número es 403 03 02.
-¡¡Ahhh!! Perdón.
-No hay problema.

¡¡Ringggg!! ¡¡Ringggg!!
Ana murmuró cosas escabrosas por lo bajo. Su tono se elevaba, esta vez, con un matiz sarcástico y malicioso:

- Hola, ¿Ministerio de des…
- No, estimado. Casa de familia.
- Disculpe, mi mujer llamó un par de veces, pero es que en la guía dice 400 03 02
- Sí. Pero mi número es 403 03 02
- ¿Está segura?
- ¡Sí! –dijo irritada y con un grito ahogado.
- Disculpe.

¡¡Ringgg!!
- Hola. Con la presidiaria número 87, por favor.
- ¡Uf! Ca-sa-de-fa-mi-lia –gritó con desdén.
Tu..tu..tuuu.

Ana decidió abandonar la lectura y esperar el próximo llamado. Esta vez se desquitaría con el primero que cayera.

-¡Son una manga de comunistas de mier…, por qué no van a chiflarle a Fidel. Razonen un po-qui-to antes de…
-Hola. Ministerio de Desarrollo, ¿en qué puedo servirle? –Dijo Ana con voz nasal, burlándose del viejo rezongón.
-…
¡Clac! Se oyó del otro lado del tubo, a la vez que Javier, uno de sus hermanos, entraba por la puerta. Éste, riendo, le explicó que mucha gente llamaba confundida. “Algunos preguntan por un penal, otros por la farmacia de la esquina, por la radio Oriental, y hay una señora que llama siempre para hablar con Mabel Muñíz”. Ana sonrió porque ese era el nombre de su abuela. “Pero es una arquitecta”, agregó el muchacho, que había advertido la mirada de sorpresa de su hermana. Ella le preguntó si alguna vez le habían preguntado por el Ministerio de Desarrollo, a lo que Javier asintió con un marcado pesar. Su hermano desconectó el teléfono de un cinchón, y Ana lo miró con incredulidad, pero no dijo nada. Después de todo ese era su problema (o su solución).
Él se aventuró a correr las cortinas para dejar entrar un poco de luz y aire, pero decidió dejar las vitrinas cerradas para que el humo no entrase. Ana sonrió con sarcasmo y dijo en voz alta: “Es una suerte que tu número de teléfono tenga unas cuantas cifras menos que el de Ministerio de Salud Pública”. “O que el Ministerio del Interior”, respondió él.“Da igual”, dijo Ana, “porque tanto el humo como las amenazas vía telefónica son más o menos molestos dependiendo de la verdadera intención”. Lo de Tourné fue por una buena causa y es bastante claro”, agregó.

9 comentarios:

Emma dijo...

lo leí, lo leí. pero en ensayo de literatura ha quemado mis neuronas y no sé qué comentar... lamento esta falta de inspiración, lo que sí espero es que me invites pronto a tomar CAFÉ (jeje)

Arkadia dijo...

Eso de "Ca-sa-de-fa-mi-lia" y el "Tu..tu..tuuu" me mataron.

Buenísimo

Minerva dijo...

Emma: son meras uruguayadas. Lamento no haber hecho las etiquetas aún, pero prometo hacerlas porque inspiran mucho.
Arkadia: El lenguaje es moldeable. Hay que hacer provecho de ello.

Anonetoy dijo...

La solución que encontré es tirarse a la sombre de un árbol, de ser posible en la rambla.

Aunque con este frío...

eresfea dijo...

Qué santa paciencia. Yo dejo el teléfono descolgado después de la segunda llamada.

Minerva dijo...

Eresfea: Yo habría hecho lo mismo, pero esa Ana... bueno, debe tener sus razones.
Anonetoy: Tirarse al lado de la estufa es lo ideal (de allí no me levanto ni siquiera para ir al baño. Me da pereza).

Ander Izagirre dijo...

¿Conocéis la carnicería Sanzot? Eresfea seguro que sí. Todo un clásico de las llamadas cruzadas.

Al número de mi antigua casa (27.77.77) llamaban frecuentemente para pedir taxis. Dejé pasar un negocio.

Crisis de identidad dijo...

¡AMIGA! LAS PILAS AMIGA!! Quiero leerTE.

Minerva dijo...

Cata: ¡Ya voy, ya voy!