lunes, 4 de agosto de 2008

Las líneas de la ruta


Un grupo de franceses dedican el tiempo libre de los fines de semana a explorar todos los rincones del país -de modo voluntario- para que no falten recursos de auxilio para los discapacitados. Esto es: rampas, sillas de rueda, asensores, señalizaciones, etc.

Por otro lado, una uruguaya reúne esmero, talento y ganas para cumplir honorariamente la tarea de rodaje, en pro del cine documental y la responsabilidad social, para difundir el mensaje de las buenas obras que llevan a cabo los exploradores franchutes. Eso y bancarse tres años lejos de su familia (las vacaciones son la única oportunidad para volver a los abrazos, el dulce de leche y el "ta"), amigos, parientes no deseados y el té de la abuela. Allá no existen las visitas sorpresa, ni los bizcochos de dulce de leche -aunque sí los de queso-, ni gente que le guste el mate amargo. Acá, en cambio, no existe gente que se movilice porque sí, que pinte las líneas de la calle cuando se borran, o que junte los deshechos que dejan sus mascotas en la vereda.

Evidentemente, Uruguay sale perdiendo por dos cosas: la gente que se va al extranjero encuentra cosas que quisiera traer a este peqeño país (mientras deja todo lo bueno que pueda haberle brindado esta pequeña cultura en los países de Primer Mundo); y segundo, en Uruguay, cuando las cosas avanzan, la gente se preocupa por lo suyo y se olvida de que el país y la cultura se construyen entre todos (cuando en realidad, en lo que piensan, es cómo pueden mejorar el país mientras se miran el ombligo, y ven que países como Francia siguen creciendo y acaparando más uruguayos). No hay que dejarse estar, pero hay que parar de quejarse. Y, como reza el documental de mi querida amiga, hay líneas en la ruta. Está en cada uno elegir la más conveniente.


PD: Ya sé, en la foto el camino no tiene líneas. ¿Por qué será?

8 comentarios:

Emma dijo...

Querida Minerva, no sé si lo que estoy a punto de escribir es positivo o negativo, pero se basa en la experiencia personal: ni yo ni dos de mis hermanos (o sea, mis dos hermanos varones) nos bancamos el primer mundo por mucho tiempo. La formalidad, rigidez y ese encuadramiento que los hace ser unos ganadores no coinside con nosotros, que somos (justamente como vos decías) visitas sorpresas, fiesta cualquier día y por cualquier motivo. Pero me animo a quebrar una lanza por vos, que sé que cuando tenes tiempo pintas lineas de caminos a quienes no pueden hacerlo. Sos una gran compañera y una mejor amiga. Me gustaría aprender a pintar lineas (quejándome un poquito, sino no sería yo) igual que vos, siempre con una sonrisa.



Sí, señorita, acabo de ver una película "triste" por eso estoy sentimental. Si no me crees, lee el comentario que le dejé a Fantasía.

Ander Izagirre dijo...

Qué historia tan prometedora. ¿Nos darás más detalles, cuando avance el trabajo?

Minerva dijo...

Emma: tú eres una artista. No pretendo que los uruguayos dejen de ser uruguayos, pero sí que se dobleguen a los "arranques" de solidaridad.

Ander: ayer mi amiga terminó de editar el trabajo y me ha dado una copia. Cuando lo vea por completo, escribiré. Saludos.

JGG dijo...

Yo quiero estar al corriente de esta historia.


Plas, plas, plas, por todo aquel que se embarque.

Minerva dijo...

Blog en reparación

eresfea dijo...

Sí, la historia es prometedora...
Emma, el supuesto "Primer Mundo" rebosa Tercer y Cuarto Mundo por todas las esquinas.

Indio Sangriento dijo...

Che minerva, me quedé con las ganas de saber el nombre del documental de tu querida amiga.
Lo del primer mundo y tercer mundo es un tema que da para hablar mucho. Tengo amigos que se van y cuando vuelven cagan a puteadas todo lo que ven y se quejan de lña mentalidad del uruguayo. Ta, en parte tienen razón, pero también hay muchísimas cosas de la mentalidad europea que son una cagada y se les pegan a ellos. Comprendo que somos quejosos y que la queja en Uruguay es deporte nacional, pero tampoco considero que esté mal quejarse. El tema es que la gente se queja por cualquier cosa y no por lo que verdaderamente hay que quejarse. Y quejarse con fundamentos y vias de soluciones alternativas a la actual, cosa que nadie hace.
Saludos, espero ese documental.

Minerva dijo...

El nombre del documental es Las líneas de la ruta.